miércoles, 9 de enero de 2013

Ocho buenos trucos para ahorrar en invierno en tu casa

 

¿Sabías que un 60% de la energía consumida en una casa se va con la climatización? Muchísimo más que en iluminación o electrodomésticos.

Ese elevado gasto se distribuye en dos épocas: verano con el aire acondicionado e invierno (la que se lleva la mayor parte) con la calefacción y el agua caliente. Por lo tanto, para intentar ahorrar, nada mejor que atacar aquello que se lleva la mayor de nuestro dinero, es decir, la calefacción. Ya tendremos tiempo luego de reducir otros gastos que resulten menos gravosos para nuestro bolsillo.


Os traemos ocho consejos que, de seguirlos, seguro que harán que las temidas facturas del gas y la luz sean mucho más llevaderas. Algunos ya los conocéis (y practicáis), pero seguro que hay otros que os podrán ayudar.

Temperatura.
- Es una locura que en verano, con poca ropa, pongamos el termostato a 19º y que en invierno, bien abrigados, lo subamos a 24º. ¿Verdad? En casa no se deben sobrepasar nunca los 22 º (incluso con niños pequeños). Lo ideal es rondar los 19º o 20º y por las noches, en los dormitorios, quedarse en menos de 17º. Dormiréis mucho mejor y podréis usar ese edredón tan chulo que os regalaron el año pasado.

- Lo peor que se puede hacer es no mantener constante la temperatura. Las subidas y bajadas es lo más caro; aumentar un grado la temperatura de una casa supone un aumento del consumo del 7%.

- Apaga la calefacción por la noche y no la enciendas por la mañana hasta haber ventilado tu hogar y cerrado las ventanas. Por cierto: con diez minutos es suficiente para que el aire se renueve; ni se te ocurra tener toda la mañana abierto como hacían nuestras abuelas.


- Instala un termostato: no vas a estar todo el día mirando el termómetro para saber si se ha alcanzado la temperatura ideal. Se puede ahorrar con él hasta un 15% de la energía. Y también es preferible usar un programador horario para que los radiadores se pongan en marcha a la hora que tú creas más conveniente.

- Un buen aislamiento supone la mitad del éxito en el ahorro. Si es necesario, coloca dobles ventanas o doble acristalamiento; aunque suponga un elevado gasto inicial, con el tiempo ganarás mucho más dinero del que hayas gastado. Además, detecta posibles corrientes de aire y lucha contra ellas con todos los medios a tu alcance: sella las ranuras con silicona o masilla, coloca burletes… lo que sea para que no escape por ellas un 20% de la factura energética.

- Si no utilizas alguna habitación de tu casa, ¿qué hace su radiador encendido? Apágalo y cierra la puerta, que no es lo mismo calentar 120 metros cuadrados que 80.

Agua caliente.

- La temperatura del agua con la que te sentirás más cómoda está entre los 30º y los 35º. Cualquier grado de más solo provocará que te apartes para no quemarte.  


- Lo mejor para tener un buen caudal de agua a una temperatura agradable y constante es utilizar un termostato: puede ayudarnos a ahorrar hasta un 6% de energía. Existen grifos con luces led (sin ningún consumo) que cambian de color según la temperatura del agua y que ayudan a utilizar antes el agua cuando alcanza los grados idóneos.

- Si tienes dos manecillas o, peor aún, dos grifos independientes para el agua fría y la caliente, cámbialos pon un monomando con un solo grifo. Aparte del ahorro en agua caliente, ¿te  imaginas el tiempo que ganarás y los disgustos que te quitarás?


Puedes conseguir más consejos en la web de la compañía de geotermia Bleninser y en la página especializada en el cuidado del hogar y en la gestión de reparaciones Reparalia.


1 comentario:

auditoria energetica dijo...

Un excelente post para ayudar a ahorrar en invierno y más ahora que aun quedan unos cuantos meses hasta que se vaya el frío del todo, enhorabuena por el blog